El secreto del Jägermeister está en su sabor tan especial, en sus 56 botánicos distintos (de los cuales se conocen hasta 39) y en la singular experiencia que aporta probar este licor de hierbas.
Algunos de estos son: raíz de jengibre del sur de Asia, raíz de Florencia, galangal, levístico, chiretta (balmonia de la India), angelica, bayas de enebro, enula, hyssopus, pomerance, camomila, lavanda, cilantro, pimienta, clavo, anís estrellado, pimienta dioica, nuez moscada, cardamomo, hinojo, naranja amarga, escaramujo, quinina, regaliz, cúrcuma, azafrán, canela de Sri Lanka, sándalo rojo del este de India y arándanos europeos.
Un buen día Huberto, que era cazador, tuvo una visión de un imponente ciervo con una brillante cruz entre las astas. Esta visión lo transformó y a partir de ese momento defendió el respeto a la naturaleza, convirtiéndose en el santo patrón de los cazadores. Curt Mast pensó que esta impactante historia era ideal para su potente licor y adoptó el emblema del ciervo en honor al verdadero “Maestro de la Caza”.